viernes, 25 de junio de 2010

Almería, Comarca de los Vélez: Iglesia de Vélez Rubio. Cueva de los Letreros.


Inicio el recorrido en el siglo XVIII, ¿por qué? quizás por la reciente visita a la Comarca de los Vélez, Comarca a la que cadáver que me acerco me atrapa, y en la que nos encontramos con una riqueza natural y patrimonial impresionante

Pero antes de comenzar situémonos en la Almería del XVIII, una Almería caracterizada por el desarrollo demográfico, socioeconómico y de gran esplendor artístico y cultural gracias a la desaparición del peligro berberisco, que amenazo secularmente a Almería, gracias al desarrollo de la agricultura, el perfeccionamiento de las técnicas de pesca, la reactivación del comercio marítimo, y no olvidar el resurgir de la explotación minera que tanto esplendor dará a la provincia y a la ciudad en el siglo XIX.


Al rastrear los edificios construidos en este siglo, como es normal y adaptándose a las modas de la época, nos encontramos dos corrientes arquitectónicas:
• La Barroca y su variante el rococó, en la primera mitad del siglo, representando el estilo característico del Antiguo Régimen
• El Historicismo que comienza a configurarse en la segunda mitad del siglo; que el la expresión del Estado Burgués.
En lo que respecta a Almería, en el historicismo podemos distinguir en su desarrollo tres etapas: el neoclasicismo, que aparece con claridad en la última década del siglo y que se prolongara a lo largo de XIX, el Eclecticismo y la Crisis del Historicismo


Empecemos con edificios de estilo barroco, estilo que venia desarrollándose en Almería desde el siglo XVII, con su característica búsqueda de movimiento en los elementos constructivos o decorativos, con contrastes de materiales, texturas, luces y sombras, que dan al conjunto una gran teatralidad, y crea en iglesias o retablos un escenario propicio a la sorpresa, con el fin de comunicar a los fieles el dogma católico, tal como indicaban los principios de la Contrarreforma. Como ejemplos tenemos en la Provincia: la Iglesia parroquial de de la Encarnación en Vélez Rubio y las Iglesia de de Laujar y Fondón.

Iglesia  de Vélez Rubio




Es el edificio religioso más característico, e importante del Barroco Almeriense del S. XVIII
Se construye, entre 1753 y 1768, por orden del décimo Marqués de los Vélez, Antonio Álvarez de Toledo, en el solar de la antigua iglesia de San Pedro, destruida por el terremoto de 1751 y de acuerdo con el proyecto de Fray Pedro San Agustín




De aspecto solidó, la Iglesia es de planta de cruz latina, presenta tres naves separadas por grandes pilares decorados con pilastras de orden corintio, y una enorme cúpula con tambor sobre pechinas cubre el crucero .

Cuenta con numerosas capillas laterales, destacar en una de ellas la escultura de San Antonio de atribuida a Salzillo.

En el ábside podemos admirar un magnífico retablo de madera realizado por Francisco Zesta (1769-1777
En los pies sobre el coro el órgano Gregorio Denoyen





La portada está concebida a modo de retablo, enmarcado por dos torres cuadradas de considerable altura (37m), rematadas con sendos cuerpos octogonales.


Portada típicamente barroca con dos pisos separados por una cornisa y divididos en tres calles por pilastras, configura un auténtico repertorio de elementos decorativos barrocos, destacar el escudo de la Casa del Márquez de los Vélez en el primer piso, y el medallón con el relieve de la Anunciación decorando el ático.

Declarada Monumento Histórico Nacional en 1981
Después de estas notas sobre el edificio, me gustaría, mostrar los comentarios que sobre la Iglesia y la comarca de los Vélez, hace un viajero anónimo en 1891 y que se recoge en la obras “LAMERÍA VISTA POR LOS VIAJEROS

Sobre la Iglesia nos dice:

“Su iglesia es espaciosa y, por hallarse en la cima de la colina en que está situada, disfruta de excelentes luces. Su construcción es esbelta. Por cierto que la han pintado interiormente con tan pésimo gusto que, a prescindir del objeto a que se dedica, por la pintura parecería un mal teatro de aldea. Fondo blanco con ramos azules en las cenefas, y éstas cerradas con anchas listas verdes claras; habrá que convenir en que el pintor fue de brocha bien gorda, y el cura que autorizó la pintura debía estar reñido con la estética. De todos modos es un templo hermoso por lo grande y elegante; magnífica nave central con espaciosos corredores a los lados que terminan en lo que se llama crucero,
una media naranja elevadísima, un coro de grandes dimensiones, y otras galerías con tribunas espaciosas y de gusto en el plano del coro, y una cornisa de real mérito artístico. Desde las dos torres que ostenta se distingue un soberbio panorama que encanta la vista y espacia el ánimo. Dícese que fue construida a expensas del marqués de los Vélez, por lo que en el frontis (que
es bueno) se ve grabado el escudo de Villafranca. La iglesia está dedicada a la Encarnación.”


Además nos habla de la riqueza del pueblo y sobretodo nos expone las razones por las cuales no es un pueblo mucho más prospero a fines del XIX, y dice:

“La población tiene forma triangular y hay proyectadas muchas mejoras, como la apertura de nuevas calles, ensanche, traída de aguas desde la montaña próxima que la abriga por la parte Norte y algunas otras. Si el ferrocarril se realiza se pondrá a la explotación muchas minas de diferentes metales, aguas ferruginosas muy ricas, mármoles y jaspes de gran valor, frutas y hortalizas riquísimas, cereales de buena calidad, aceites, vinos, harinas de que hay 22 fábricas y 2 fábricas de hilados de lana, y en las cuales se teje algo. Tiene además canteras de piedra de construcción, piedra que tiene cualidad de endurecer más con el tiempo. Vélez Rubio es, pues, un pueblo que tiene vida propia y que con caminos y líneas férreas sería acaso el primero de la provincia.”
¿ Cuales son para este viajero los razones del” retraso””


“Después de 5 horas de descanso, seguí la cuesta de mi calvario, dando comienzo con la rotura de un muelle del desvencijado coche al entrar en la rambla del Puerto.
Sustituido el vehículo, rambla y cuestas arriba continuamos hasta llegar a la carretera, terminada unas tres leguas antes de llegar a Vélez Rubio. Camino lleno de accidentes y, por tanto, agradable y poético en suma Desde el camino que discurríamos veíanse trechos de carretera donde ni un solo peón vislumbré. Y no podía menos de admirarme que una población tan importante como Vélez Rubio se hallase tan poco accesible al viajero. Que la carretera está embastada es indudable; pero que, dada la actividad que en su confección se nota,
Dios sabe cuándo se terminará, también es verdad. Y no lo es menos que, al ver este abandono, la loca de la casa me lleve a la conclusión de que los pueblos que gozan de tan
buenas vías como Vélez Rubio, bien pueden trabajar
y sacrificarse para nombrar a sus representantes. ¡Les deben tanto! Es verdad que promesas no faltan. Hasta para un ferrocarril ¿Se cumplirán? Sin duda, siquiera sea ad kalendas graecas. En fin, el hecho es que las ilusiones existen, y éstas hacen más llevadera la vida. "

¿Nos identificamos en algo…?
La espectacularidad e importancia de la Iglesia, y su casco urbano lleno de casas blasonadas, merece una excursión. Pero además tengamos encuentra que en nuestra visita a la comarca de los Vélez podemos acercarnos a otros dos momentos de nuestra historia: la Cueva de los Letreros y el Castillo-palacio de Vélez Blanco.







La Cueva de los Letreros.


Su visita nos transporta al tercer Milenio y es uno de los conjuntos de pintura rupestre importantes de la Península Ibérica.





El yacimiento localizado en una zona agreste, tiene unos 25 metros de anchura, 10 de altura y 6 de profundidad, lo que nos hace pensar que no fue un lugar de habitación, sino un recinto dedicado a las diversas ceremonias religiosas relacionadas con el culto a los animales.
En las pinturas de la Cueva, como observamos en la imagen, aparecen representados animales, figuras humanas y diferentes símbolos, que nos plantea el interrogante ¿Arte o religión?..





Dentro de las representaciones naturalistas destacan figuras de arqueros, hechiceros e ídolos; los animales representados son los ciervos y las cabras monteses, que eran las especies principales de la fauna de la zona y que por tanto serian la base de la alimentación de esos habitantes

Tanto las figuras humanas como la de los animales son de tamaño pequeño representadas con una gran expresividad, sensación de movimiento y realizadas en color ocre

Las representaciones esquemáticas, verdaderos ideogramas cuyo significado se nos escapan y podrían suponer el origen de un alfabeto ideográfico.

Merecen una visita ¿verdad?

Noche de San Juan

Noche de San Juan
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